Después de haber desvirgado a la amiga de mis hijos y de haber disfrutado como en los mejores sueños eróticos que puede tener una persona, ya no me puedo contener ante una adolescente que esté a mi lado.Como les decía, ya no puedo detenerme ante la visión de un cuerpo virgen. El cuerpo de mi sobrina es lo más parecido a un bombón, ya que es rellenita y bajita, y todas sus formas son redondeadas, lo cual hace que su culito tenga una forma muy especial.Desde muy chiquita, se acostumbró a pasar algunas noches en mi casa, especialmente cuando mi hermana solía pasar fines de semana fuera.Una sobrina y una hija es casi lo mismo, pero antes de que me pasara lo que me pasó con la amiga de mis hijos, jamás se me hubiera ocurrido pensar en una relación sexual con ella. Pero el hombre propone y el destino dispone. Una tarde estaba trabajando en la computadora cuando llega, me da un beso, y me dice:
- Que tal tio? Si tenés un rato de tiempo quiero que me ayudes a encontrar algunas páginas sobre historia en la compu. Puede ser?
-Bueno, -le digo- espérame un ratito.
Cuando hube terminado la llamo, pero en lugar de poner una silla al lado mío, se sentó en mis de mis piernas, y como solo tenía una pollerita muy corta se pueden imaginar como quedó ese culito sobre mi muslo, sentía no solo su cola, sino también un poco su conchita cuando se movía.
Mientras buscaba los programas, mi mano izquierda la tenía en su cintura, y como quien no quiere la cosa, le acariciaba el vientre sin atreverme a subir o bajar mi mano. Ella seguía moviéndose de tal modo que comencé a tener una erección y a pesar de que ya se había dado cuenta, no decía una palabra, sólo las preguntas sobre lo que estábamos viendo.
De pronto siento que toma mi mano y apretándola comienza a subirla, pero sin llegar a esas tetitas que ya comenzaban a insinuarse, así que el recorrido de mi mano era algo mas extenso, pero como mi mujer estaba en el comedor no quería seguir avanzando. Cuando comenzó a jadear, saqué mi mano y le dije:
- Bueno, mas tarde seguimos, Querés?
- Bueno tío, gracias, y me estampó un beso casi en la boca.
Al día siguiente me llama por teléfono pidiéndome que fuera a su casa para que vea lo que había hecho, porque los padres habían viajado y no volverían hasta la noche y ella no podía salir porque tenía que cuidar a su hermanita de dos años.
Le dije que iría un rato antes de ir a la oficina.
- Gracias tiiiooooo -me dijo- te envío un besito.
Ese día almorcé muy liviano y me dije:
- No se que puede pasar, pero me voy a tomar un viagra antes de ir a verla, si algo sucede quiero que sea espectacular.
Me afeité bien, me bañé, y me tomé un viagra de 50 mg y salí. Cuando llegué ya me estaba esperando, con su pelito suelto, una blusita blanca con botoncitos y una pollerita como la del día anterior. Cuando entré me dió un piquito en puntas de pie:
- Hola tío, te quiero mucho, sos muy bueno, pasa que te voy a mostrar lo que hice.
Fuimos a su computadora, me senté y ella se sentó otra vez sobre mi muslo izquierdo, pero mi sorpresa fue enorme cuando me di cuenta que no tenia ni siquiera una tanguita, sus cositas estaban al aire. Por Dios, que sensación.
Abrí la página y con mi mano izquierda otra vez en su cintura, pero ya buscando hacerlo por debajo de la blusita. Ella no dijo nada, pero se movía constantemente, y el calor de su cuerpito ya se trasmitía a través de mi pantalón.
Mientras hablábamos ya boludeces sin sentido, mi mano fue subiendo hasta sus tetitas, incipientes tetitas, casi solo un pezón durito, y luego de acariciarlos un ratito fui bajando mi mano por su vientre hasta llegar al pubis. Diossssss, solo tenía unos pelitos cortitos y muy suaves. A todo esto, sentía como temblaba todo su cuerpito y cuando mi mano llegó a su conchita ya tenía una gran agitación, pero me dejaba hacer y su mano derecha se había apoyado sobre mi pene que estaba duro como una roca por al situación y por el viagra que ya estaba haciendo efecto.
Con uno de mis dedos le acariciaba los labios de la vagina, que ya estaba muy mojadita, tratando de meterlo un poquito y ella ya con la voz entrecortada y tomando mi verga:
- Puedo, tio?
- Quieres verla? -le dije.
- Siii, me gustaría.
- Bueno, bájame el cierre y sácala.
Entonces ella se da vuelta y arrodillándose en el suelo me bajó el cierre y con una mano la trajo hacia fuera:
- Tioooo, que grande.
- No creas, hay otras que son mas grandes, mucho mas grandes.
- Que linda, nunca había visto una, y que dura tio.
Me sorprendió con la naturalidad con que se desenvolvía y me acariciaba el pene.
- Tio... las chicas dicen que es lindo chuparla,… a vos te gustaría que te la chupe?
Que harían ustedes, ¿le dirían que no? Ella seguía arrodillada frente a mí, por lo tanto le quedaba a la altura de su boca, y cuando acercó sus labios al glande tuve que hacer un esfuerzo enorme para no eyacular. Cuando se lo metió el la boca, ya me olvidé del mundo. Era increíble, me estaba chupando la verga una pendeja de 18 años recien cumplidos.
No la dejé mucho tiempo, la hice sentar sobre mis rodillas y comencé a besarla en la boca, su lengua se metía entre mis labios con una pasión increíble. Cuando se separó un poquito, abrió las piernas y tomando mi verga la acercó a su conchita intentando meterla. Le dije que así no se hacía. La levanté en mis brazos y la llevé a la cama, le hice abrir las piernas y comencé a mamar esa conchita virgen que no paraba de largar jugos que yo iba lamiendo. Cuando introduje toda la lengua y comencé a lamer su clítoris, su pequeño y hermoso clítoris, tuvo su primer orgasmo. Cuando terminó de convulsionarse le dije:
- Ahora prepárate que te la voy a poner hasta donde tú aguantes.
- Dale tioooooo, me muero, quiero que me la pongas toda.
Le hice abrir las piernas todo lo que pudo y primero le puse casi todo el dedo medio para probar su dilatación y cuando vi que podía ser, apoyé el glande sobre la vagina y empujé. La cabeza entró sin problemas (sólo tengo 15cm de pene) y el resto fue entrando muy lentamente, pero entró hasta el tronco sin que ella gritara, solo se retorcía de placer y gemía.
- Tiooooooooooooo, te amoooooo haaaaaaaaaaaaaa, no puedo creerlo, te amoooooooooooo, segui, segui,
Yo sacaba y ponía toda la verga, era increíble. No se cuanto tiempo estuvimos así, pero yo no quería eyacular dentro de ella, y cuando se la saqué, ella quería seguir pero tuve que explicarle que podía quedar embarazada y eso nos iba a perjudicar toda la vida. - Tio - me dijo- quiero que tu también termines. Quiero saber cómo es la lechita que sale de tu pene. Ya he leído sobre eso, ponemela otra vez, daleeeeeee…
- No, pero podemos hacer una cosa. Si te la puedo poner en la colita, allí no hay problemas de embarazo. Querés que probemos?
- Pero no duele tio?
- Puede dolerte un poquito, pero si no aguantas me lo dices y no lo hacemos.
- Tengo miedo tio, no me harás daño?
- Vamos a probar, ponete en cuatro patitas y el culito para arriba.
Cuando tuve ese culito a mi vista no puede contenerme y comencé a lamerlo. Ese esfínter se abría y se cerraba, no me dejaba meter la lengua, pero ella se estremecía toda, por lo cual comencé a meterle el dedo con mucha saliva pero con eso no bastaba para dilatarla, así que busqué en la mesita de luz alguna cremita que nunca falta, y le unte bien el culito y mi verga. Entonces mi dedo entró fácilmente, lo que me indicaba que ya estaba lista para recibir mi verga.
La tomé del vientre para levantarla un poquito y apoyé la verga en el agujerito. Empujé bastante fuerte, con lo cual la cabeza entró sin problemas y sin que diera muestras de dolor, pero cuando volvía empujar me dijo:
- Tioooooooooo, noooooooooooo, me dueleeeeee…
- Tranquila, le dije, cuando quieras te la saco, pero aguanta un poquito.
- Siiiiiiiii, me gusta pero por favor despacitooooooooo…
Con que gusto se la metí toda, me sentía desmayar del placer y ella ya no decía mas nada, solo gemía de placer, que era tanto que se estaba orinando cuando yo eyacule toda la leche que tenia acumulada.
- Tioooooooo, no me la saques aún, quiero sentir como entra y sale, dale otro poquito, ahhhhhhhhhhhh, te amoooooooooooo…
Así que ya podía entrar y salir, el esfínter estaba completamente relajado y pude darme el gusto hasta tener otro orgasmo.
Cuando ya no daba mas, mi verga aun seguía parada, es bárbaro como obra el viagra, gracias a esto pude hacer la mejor cogida de mi vida, y espero seguir disfrutando con mi sobrina u otra nena que se me presente.
- Que tal tio? Si tenés un rato de tiempo quiero que me ayudes a encontrar algunas páginas sobre historia en la compu. Puede ser?
-Bueno, -le digo- espérame un ratito.
Cuando hube terminado la llamo, pero en lugar de poner una silla al lado mío, se sentó en mis de mis piernas, y como solo tenía una pollerita muy corta se pueden imaginar como quedó ese culito sobre mi muslo, sentía no solo su cola, sino también un poco su conchita cuando se movía.
Mientras buscaba los programas, mi mano izquierda la tenía en su cintura, y como quien no quiere la cosa, le acariciaba el vientre sin atreverme a subir o bajar mi mano. Ella seguía moviéndose de tal modo que comencé a tener una erección y a pesar de que ya se había dado cuenta, no decía una palabra, sólo las preguntas sobre lo que estábamos viendo.
De pronto siento que toma mi mano y apretándola comienza a subirla, pero sin llegar a esas tetitas que ya comenzaban a insinuarse, así que el recorrido de mi mano era algo mas extenso, pero como mi mujer estaba en el comedor no quería seguir avanzando. Cuando comenzó a jadear, saqué mi mano y le dije:
- Bueno, mas tarde seguimos, Querés?
- Bueno tío, gracias, y me estampó un beso casi en la boca.
Al día siguiente me llama por teléfono pidiéndome que fuera a su casa para que vea lo que había hecho, porque los padres habían viajado y no volverían hasta la noche y ella no podía salir porque tenía que cuidar a su hermanita de dos años.
Le dije que iría un rato antes de ir a la oficina.
- Gracias tiiiooooo -me dijo- te envío un besito.
Ese día almorcé muy liviano y me dije:
- No se que puede pasar, pero me voy a tomar un viagra antes de ir a verla, si algo sucede quiero que sea espectacular.
Me afeité bien, me bañé, y me tomé un viagra de 50 mg y salí. Cuando llegué ya me estaba esperando, con su pelito suelto, una blusita blanca con botoncitos y una pollerita como la del día anterior. Cuando entré me dió un piquito en puntas de pie:
- Hola tío, te quiero mucho, sos muy bueno, pasa que te voy a mostrar lo que hice.
Fuimos a su computadora, me senté y ella se sentó otra vez sobre mi muslo izquierdo, pero mi sorpresa fue enorme cuando me di cuenta que no tenia ni siquiera una tanguita, sus cositas estaban al aire. Por Dios, que sensación.
Abrí la página y con mi mano izquierda otra vez en su cintura, pero ya buscando hacerlo por debajo de la blusita. Ella no dijo nada, pero se movía constantemente, y el calor de su cuerpito ya se trasmitía a través de mi pantalón.
Mientras hablábamos ya boludeces sin sentido, mi mano fue subiendo hasta sus tetitas, incipientes tetitas, casi solo un pezón durito, y luego de acariciarlos un ratito fui bajando mi mano por su vientre hasta llegar al pubis. Diossssss, solo tenía unos pelitos cortitos y muy suaves. A todo esto, sentía como temblaba todo su cuerpito y cuando mi mano llegó a su conchita ya tenía una gran agitación, pero me dejaba hacer y su mano derecha se había apoyado sobre mi pene que estaba duro como una roca por al situación y por el viagra que ya estaba haciendo efecto.
Con uno de mis dedos le acariciaba los labios de la vagina, que ya estaba muy mojadita, tratando de meterlo un poquito y ella ya con la voz entrecortada y tomando mi verga:
- Puedo, tio?
- Quieres verla? -le dije.
- Siii, me gustaría.
- Bueno, bájame el cierre y sácala.
Entonces ella se da vuelta y arrodillándose en el suelo me bajó el cierre y con una mano la trajo hacia fuera:
- Tioooo, que grande.
- No creas, hay otras que son mas grandes, mucho mas grandes.
- Que linda, nunca había visto una, y que dura tio.
Me sorprendió con la naturalidad con que se desenvolvía y me acariciaba el pene.
- Tio... las chicas dicen que es lindo chuparla,… a vos te gustaría que te la chupe?
Que harían ustedes, ¿le dirían que no? Ella seguía arrodillada frente a mí, por lo tanto le quedaba a la altura de su boca, y cuando acercó sus labios al glande tuve que hacer un esfuerzo enorme para no eyacular. Cuando se lo metió el la boca, ya me olvidé del mundo. Era increíble, me estaba chupando la verga una pendeja de 18 años recien cumplidos.
No la dejé mucho tiempo, la hice sentar sobre mis rodillas y comencé a besarla en la boca, su lengua se metía entre mis labios con una pasión increíble. Cuando se separó un poquito, abrió las piernas y tomando mi verga la acercó a su conchita intentando meterla. Le dije que así no se hacía. La levanté en mis brazos y la llevé a la cama, le hice abrir las piernas y comencé a mamar esa conchita virgen que no paraba de largar jugos que yo iba lamiendo. Cuando introduje toda la lengua y comencé a lamer su clítoris, su pequeño y hermoso clítoris, tuvo su primer orgasmo. Cuando terminó de convulsionarse le dije:
- Ahora prepárate que te la voy a poner hasta donde tú aguantes.
- Dale tioooooo, me muero, quiero que me la pongas toda.
Le hice abrir las piernas todo lo que pudo y primero le puse casi todo el dedo medio para probar su dilatación y cuando vi que podía ser, apoyé el glande sobre la vagina y empujé. La cabeza entró sin problemas (sólo tengo 15cm de pene) y el resto fue entrando muy lentamente, pero entró hasta el tronco sin que ella gritara, solo se retorcía de placer y gemía.
- Tiooooooooooooo, te amoooooo haaaaaaaaaaaaaa, no puedo creerlo, te amoooooooooooo, segui, segui,
Yo sacaba y ponía toda la verga, era increíble. No se cuanto tiempo estuvimos así, pero yo no quería eyacular dentro de ella, y cuando se la saqué, ella quería seguir pero tuve que explicarle que podía quedar embarazada y eso nos iba a perjudicar toda la vida. - Tio - me dijo- quiero que tu también termines. Quiero saber cómo es la lechita que sale de tu pene. Ya he leído sobre eso, ponemela otra vez, daleeeeeee…
- No, pero podemos hacer una cosa. Si te la puedo poner en la colita, allí no hay problemas de embarazo. Querés que probemos?
- Pero no duele tio?
- Puede dolerte un poquito, pero si no aguantas me lo dices y no lo hacemos.
- Tengo miedo tio, no me harás daño?
- Vamos a probar, ponete en cuatro patitas y el culito para arriba.
Cuando tuve ese culito a mi vista no puede contenerme y comencé a lamerlo. Ese esfínter se abría y se cerraba, no me dejaba meter la lengua, pero ella se estremecía toda, por lo cual comencé a meterle el dedo con mucha saliva pero con eso no bastaba para dilatarla, así que busqué en la mesita de luz alguna cremita que nunca falta, y le unte bien el culito y mi verga. Entonces mi dedo entró fácilmente, lo que me indicaba que ya estaba lista para recibir mi verga.
La tomé del vientre para levantarla un poquito y apoyé la verga en el agujerito. Empujé bastante fuerte, con lo cual la cabeza entró sin problemas y sin que diera muestras de dolor, pero cuando volvía empujar me dijo:
- Tioooooooooo, noooooooooooo, me dueleeeeee…
- Tranquila, le dije, cuando quieras te la saco, pero aguanta un poquito.
- Siiiiiiiii, me gusta pero por favor despacitooooooooo…
Con que gusto se la metí toda, me sentía desmayar del placer y ella ya no decía mas nada, solo gemía de placer, que era tanto que se estaba orinando cuando yo eyacule toda la leche que tenia acumulada.
- Tioooooooo, no me la saques aún, quiero sentir como entra y sale, dale otro poquito, ahhhhhhhhhhhh, te amoooooooooooo…
Así que ya podía entrar y salir, el esfínter estaba completamente relajado y pude darme el gusto hasta tener otro orgasmo.
Cuando ya no daba mas, mi verga aun seguía parada, es bárbaro como obra el viagra, gracias a esto pude hacer la mejor cogida de mi vida, y espero seguir disfrutando con mi sobrina u otra nena que se me presente.
Publicar un comentario for "Mi sobrina tenia el hueco mas grande atras que adelante"