Ella me decia despacito Jorge que me vas a lastimar el culo


Cuando por curiosidad me decidí a escribir algunos relatos eróticos, no imaginé que entre los cientos de miles que circulan por la web, podría llegar a tener tantos mensajes de reconocimiento escritos por hombres, mujeres, chicos y chicas de muchos lugares de habla hispana y del mundo. Por eso quiero relatar lo vivido a causa de haber conocido a una joven lectora.Esta jovencita a quien llamaremos Florencia, me impactó desde el primer momento, porque nuestras charlas a través del Messenger no tenían como objetivo llegar a una relación íntima, pero era algo muy placentero verla en fotografías mientras nos escribíamos. Así fuimos conociéndonos durante algún tiempo, pero ya sentíamos la necesidad de vernos personalmente, de escuchar nuestras voces, de mirarnos los ojos, de tocarnos. Este tipo de relaciones no se pueden mantener durante mucho tiempo, porque se va diluyendo y todo termina en la nada.

Por ello decidimos encontrarnos lo más pronto posible y buscando en internet encontré un lugar muy lindo, tranquilo y no muy lejos de nuestros respectivos domicilios, una cabaña a la vera del río Paraná, donde podríamos pasar un fin de semana juntos casi en la más completa privacidad. Concretamos la fecha y quedamos en que ella iría primero y me esperaría, ya que yo viajo en moto y no podía asegurarle la hora a la que llegaría.

Florencia es una joven sensacional, además de ser linda, tiene algo que atrapa, que seduce, que incita, que te hace sentir todo un hombre. Como no quiero cansarlos con muchos pormenores, voy a ir al directo al relato de lo que vivimos.

Cuando llegué a la cabaña, me estaba esperando sentada en una escalerita a la entrada de la cocina. Cuando me vio llegar solo se paró para dejar que me sacase el casco y acomodase la moto, luego caminó hacia mi y nos estrechamos en un fuerte y prolongado abrazo sin decirnos ni una sola palabra, solo nos miramos y volvimos a abrazarnos muy fuerte. Fue una sensación indescriptible, sentir sus senos sobre mi pecho, su respiración algo agitada y esos ojazos que veía por vez primera hicieron que mi corazón latiera a mil.

Así, abrazados, entramos la cabaña, nos miramos a los ojos y nos dimos un largo y profundo beso. Luego de cambiar algunas palabras le dije que necesitaba bañarme, ya que entre el calor y la tierra del viaje me sentía muy incómodo. Dale, me dijo, te espero.

Ya en el baño me desnudé y con agua bien caliente comencé a enjabonarme la cabeza, todo el cuerpo y noté ya que comenzaba a tener una erección pensando en la chica de frikinternet. Sentí que la puerta del baño se abrió y Flor me dijo: Puedo? Estaba desnuda metiéndose bajo la ducha conmigo. No lo podía creer! Ese cuerpo joven, esas tetitas no muy grandes pero bien paraditas y duras estaba frente a mi con un jabón en las manos, comenzando a frotarlas, primero en el pecho, bajando por mi vientre y lentamente sobre mis genitales. Demás está decir que ya tenía el pene totalmente rígido.

Jorge, me dijo, es como lo soñé, me gustaste desde el mismo instante que te sacaste el casco y no veía la hora de tener esta cosita entre mis manos. (Demás esta decir que la cosita era mi verga.)

Después de sacarle todo el jabón, se arrodilló frente a mí y sin decir una sola palabra retiró la piel del glande y comenzó a lamer la cabecita, luego mi pequeña cosita casi desaparece en su boca, provocando el placer más grande que recibí en mi vida. Solo atinaba a acariciarle la cabeza con su pelo mojado y lanzar algunos gemidos que se escapaban de mi garganta.

Cuando ya casi no aguantaba más le dije: Basta Flor, me vas a hacer acabar y no podré brindarte el placer que mereces, date vuelta, pon tus manos en la pared y afloja un poco las rodillas. Cuando así se encontró tomé el jabón y comencé a enjabonarle los senos duros, paraditos y bajando por su vientre llegué a su sexo, que estaba depiladito y ardiente. Allí me detuve un buen rato, jugando con los labios de su vagina y su clítoris hasta provocarle el primer orgasmo, que fue casi interminable porque cuando le enjaboné el ano y mis dedos trataban de relajar el esfínter ella seguía estremeciéndose de placer. Cuando sentí que ya podía penetrarla arrimé la cabeza, la afirmé sobre ese círculo oscuro, pegué un empujoncito lento pero firme y entró sin dificultad. Cuando Flor sintió que era penetrada analmente por mi verga solo atinó a decir: Despacito Jorge, despacito, nunca lo hice antes, pero ahhhhhh, que placer, un poquito masssssssssss, massssssssssssss, voy a explotar Jorge ahhhhhhhhhhhh. Tranquilia, le dije, ahora viene lo mejor. Empecé a entrar y salir muy lentamente. Mientras ella se retorcía de placer yo sacaba todo mi pene y lo volvía a meter ya con su esfínter totalmente relajado. Ella tuvo otro orgasmo sensacional y yo sentí que explotaba y todo mi semen se iba escurriendo por su recto hasta que iba saliendo por el ano.

Los dos exhaustos nos miramos y nos abrazamos bajo el agua de la ducha, que seguía cayendo sobre nosotros, y nos besamos tierna y profundamente. Jorge, me dijo, fue maravilloso, nunca había hecho esto antes y aunque ahora me molesta un poquitín, lo volvería a hacer mil veces contigo. Flor, le dije, para mi éste es el mejor regalo que me hizo la vida, eres una chica maravillosa y pase lo que pase jamás olvidare este momento.

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