Mi mamá tiene 49 años y hace menos de dos años se separó de mi papá que por trabajo se fue a vivir en otro país. Trabaja de lunes a viernes y los viernes, sábados y domingos tiene una rutina un tanto desagradable para mí. Es que los fines de semana a la noche nunca tiene ganas de cocinar y llama para que le traigan la comida.
Hasta ahí es todo normal. Lo raro es que nunca espera que el chico del delivery toque el timbre, sino que ella siempre lo espera en la puerta, lo hace entrar al garaje en donde están unos minutos y luego lo despide. La excusa siempre fue que la rueda de la bicicleta o la moto siempre está desinflada y ahí lo inflan con un compresor.
La excusa me hizo ruido ya que no era posible que viernes, sábados y domingos se desinflaran las ruedas y que les pasara lo mismo a los varios lugares a los que llama. Así que un día quise entrar al garaje y me encontré con la puerta trabada. Golpeé y nada. Hasta que salieron con el chico del delivery agradeciéndole de sobremanera. Todo me parecía bastante raro.
En la siguiente semana puse la cam de la compu en una esquina en donde prácticamente pasaba desapercibida por los estantes con latas y herramientas. Hice un agujero en la pared y la conecté a la pc en mi habitación. Esperé el fin de semana y escuché que llegó una moto, era un tipo bastante mayor, mamá le pagó y el hombre le preguntó si no podía inflar la goma. Ella le respondió que se había roto la maquina. Esa noche no logré disipar mi duda y me generó más, ya que el compresor si andaba.
Al otro día, pidió unas empanadas y llegó un chico rubiecito con una bicicleta y le preguntó:
-“Me podrás inflar la goma que está media caída la de adelante?”
-“Pero por supuesto, vení, pasá”, y se fueron al garaje.
Desde la compu vi como entraban, mi mamá prendía el compresor que empezaba a hacer un ruido bastante fuerte, pero no conectó la manguera a ningún lado. Sino que el chico rubiecito de unos 18 años se bajaba el pantalón y mamá se abalanzaba a comerle la pija. Mi mamá estaba chupándole la verga a un joven un poco más chico que yo, y además casi le triplica la edad.
El pibe se levantaba la remera para poder observar cómo le chupaban las bolas, recorría su glande con la lengua mientas lo masturbaba con muchas ganas. Se la metía toda en la boca y movía la cabeza de lado a lado. El del delivery le empujaba la cabeza con las dos manos haciendo presión contra su verga, hasta que le acabó en la boca. Mamá se la siguió chpando hasta dejarla limpita y el chico se levantó el pantalón y salieron por la puerta.
Mi conclusión era entonces que mi mamá llamaba al delivery y en forma de propina le chupaba la pija a los jovencitos que venían a traerle la comida.
Al otro día, el sábado, pidió a una pizzería del barrio. Llegó otro chico en una bici, éste era un poco más grande y tendría unos 23,24 años y no tenía tanta cara de nene. Sucedió lo mismo, entraron al garaje, mamá prendió el compresor, el chico tenía unas bermudas, se la desabrochó y mamá escarbó entre sus calzoncillos para apoderarse de su paquete nutritivo. Completamente depilado sacó una verga un poco flácida, pero bastante larga para su estado, que colgaba para abajo. Mamá se la metió en la boca y empezó a tomar dimensión.
Evidentemente éste no le entraba todo en la boca, aunque no le faltaron ganas porque hizo el intento varias veces. El pibe le metía manos, le tocaba las tetas y mamá se ponía como loca. Lo masturbaba con muchísima fuerza y se la metía en la boca todo lo que podía hasta que le daban arcadas. El pibe le pasaba su pene brilloso por la cara y le ofrecía sus bolas para que se la chupara. Se siguió masturbando hasta que su leche salpicó por todos lados. Se despidieron y entramos a comer.
El domingo, volvió a pedir pizza al mismo lugar. Evidentemente le gustó el chico del delivery, a los 20 minutos llegó el mismo que ayer en una bicicleta, pero venía junto a otro más con otra bici. El otro era de unos 20, 21, años, con el pelo medio enrulado y bastante alto, la verdad que no tenía mucha pinta de delivery porque venía con una remera de básquet, un short y unas zapatillas deportivas.
Entraron los tres al garaje. El que había venido ayer se desnudó completamente, y el segundo desempaquetó un vergaso totalmente parado. Ni tiempo le dio a mamá de prender el compresor que ese muchacho ya estaba totalmente excitado. Mamá se sentó en una silla para poder saborear a los dos palos al mismo tiempo. Se la chupaba un poco a cada uno. El pibe que había venido la primera vez la levantó de la silla y se sentó con la verga dura para que mamá se la ensartara. Ella se sentó despacio, el chico la tomó de las tetas y se la clavó. Empezó a dársela muy fuerte, se notaban sus bolas chocando y golpeándola. Con mamá con su pene totalmente adentro, la corrió un poco de costado y siguió dándole con mucha velocidad. El otro chico le acercó a la mano su verga y mamá se la chupó con ganas, con las manos le agarraba la cola al chico y se la quería comer toda.
El que estaba sentado clavándola se paró y le cedió el lugar al basquetbolista. Sin tanta velocidad le enterraba su pija, se notaba que le dolía recibir adentro todo ese pedazo después de la cogida que le pegó el primero. No tardaron mucho en llenarla de leche. El que se la estaba metiendo le acabó adentro porque no tenían preservativos y el otro le agarró la cabeza y se la hundió en la garganta. Mamá estaba agotada. Creo que ni ella se esperaba semejante violencia sexual.
Luego de ese fin de semana que pude averiguar lo que hacía mamá en el garaje desconecté la cam y cada vez que viene un delivery me pongo a ver la tele o a jugar en la compu.
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